Preocupación Inquietante
Foto: web líbero
Comienzo amargo para Argentina en este camino hacia Rusia 2018. Un aburrido empate en cero ante Paraguay en Asunción, sumada a la derrota con Ecuador de local; abren el paso a la preocupación. La selección debe mejorar urgente.
La era Martino no tuvo el comienzo soñado. Tras últimos amistosos discretos llegó la hora de la verdad. Nada más ni nada menos que el comienzo de las Eliminatorias rumbo a Rusia 2018. Y el principio era frente a dos rivales relativamente sencillos en los papeles, teniendo en cuenta la calidad de jugadores de uno y otro equipo.
Pero la verdad es que Argentina pareció uno más del montón. Simuló ser un equipo apático, sin "estrellas", sin asociación y sin juego. La derrota ante Ecuador en el Monumental el pasado jueves fue un trago muy amargo. Superado durante los 90 minutos, no contó con más que un par de llegadas al arco aisladas.
Los amarillos dominaron el campo a pura presión asfixiante y contra-ataques letales. La albiceleste no tuvo coordinación, no jugó al pase por el piso y recurrió constantemente a pelotazos. Los jugadores no aparecieron. Javier Pastore no cumplió con su función de ser el que maneje los tiempos, la zona de ataque no estuvo fina ni con Agüero mientras estuvo ni con Carlos Tévez.
En el mediocampo se vio a un opaco Lucas Biglia, lejos del nivel mostrado por ejemplo en el último mundial. Incluso Mascherano, único baluarte, quedó en la misma red de la actitud del equipo. Justamente eso es lo que más faltó, actitud.
Para completar, la defensa estuvo espantosa. Siempre desconcertada, desordenada y se cansó de quedar expuesta a la velocidad de los jugadores visitantes que marearon a los pobres defensores argentinos durante todo el cotejo.
Aquella fatífica noche se llevó una triste derrota en el Monumental por 2 a 0. La oportunidad para cambiar las fichas era anoche ante Paraguay con varias modificaciones en el once titular. Volvió Zabaleta a la defensa, Funes Mori reemplazó a Garay y se dieron las apariciones de Kranevitter, Lavezzi y Tévez por Biglia, Correa y Agüero respectivamente.
Pero la fórmula fue exactamente la misma. Un equipo débil, sin socios, sin contribuciones grupales. Sólo individualidades que sobran, de vez en cuando, para alguna llegada al arco tampoco muy importantes. Paraguay por su parte, hizo su trabajo, presionó y buscó cuando pudo la valla de Romero. Tuvo sus posibilidades netas pero falló en el toque final.
Pastore tuvo otra noche fea, Kranevitter nunca encontró su lugar en el campo pero cumplió junto a Mascherano. Lavezzi corrió más de lo que jugó y Di María contó con una actuación que rozó el mamarracho. Muchos toques errados y centros al cuerpo del rival. Cuando pudo definir, lo hizo de manera espantosa.
Tévez fue un vaivén de errores y aciertos, pero nunca recibió la ayuda adecuada por lo que abandonó su función de "9" para retrasarse y ayudar al resto. La defensa estuvo más ordenada pero así mismo sufrió bastante.
Como se podrá ver, hay muchísimas críticas porque hay una abismal cantidad de cosas para mejorar y no sólo en el juego, sino también en la actitud. La actitud argentina que se perdió. Falta el fútbol en equipo y la chapa de la selección por el momento quedó en Chile, hundida en el campo luego de la increíble final perdida en la Copa América.
Es hora de cambiar urgente, porque se encuentra, aunque recién comience la competición, en los últimos lugares de la tabla. Todo se emparejó y si Argentina no comienza a sumar de inmediato, se complicará mucho - aunque no lo crean - su participación en el mundial de Rusia 2018.
A no olvidar, lo del técnico Martino... casi todo mal. Se debe cuestionar su trabajo y dudar de si es el comandante adecuado para esta selección, ante objetivos importantes que se vendrán como lo es no sólo el mundial (clasificar al mismo), sino la Copa América Centenario.
Nicolás Ceballos. @NicoCeballos1
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